RECORDANDO
EL MIRADOR DEL MAR
Y
la luna nos alumbro son su blanco satén
mientras pletórico de amor bebí el néctar de
tu boca
mi sed se embriagó de ti colmándome hasta la
aurora,
tatué sobre tu piel la poesía más hermosa.
Fue noche de pasión y fuego recorriendo los
senderos
y
dulcificando tu savia que pensé estar en el Cielo.
Bebí…hasta
colmarte de gozos
con
éxtasis maravillosos
de
tu virginidad sagrada.
Entre deseos y anhelos fuiste mía ¡ que
desvelo !
y
nuestras savias compartidas
colmaron nuestros consuelos encadenando
placeres…
conjugando
el verbo amar.
De
mis olas fuiste espuma
y de mi playa su arena
de
mi barco marinera
hasta
que la luna llena
se
fue ocultando en la mar.
MANUEL.
Hermoso recuerdo y a la vez, preciosa declaración de un tiempo pasado y presente.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día Manels.
Disculpa
ResponderEliminarAmigos. En casi 7 años que tiene este blog jamás había hecho un comentario general... me caen gordos, pero debido a que me he dedicado por completo a la promoción de mi novela sobre la trata, no he tenido tiempo para nada y deseo agradecer su presencia y el hecho de que no me hayan abandonado... Un cariñoso abrazo... y ¡gracias!...
Adelfa
Mi amiga Bea que bello este poema..!!!!! Describes un final fantástico..y la imagen es perfecta. Te mando un beso.
ResponderEliminarDULCE, SIEMPRE TÚ TAN DULCE...
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