GALÁN DEL VESUBIO CAPÍTULO VII ...UNA HUELLA MBORRABLE

GALÁN DEL VESUBIO… CAP VII UN HUELLA IMBORRABLE

El sol calentaba mucho el banco y el hierro de sus brazos desprendía fuego, mientras tanto una brisa cálida marina hacía susurrar a los arboles que se estremecían en sus entrañas, acompañados por la melodía  de las espuma del mar del puerto de Marina Grande y sin dejar de observar las micas del reloj esperaba ansiosamente a Sofía, su primer amor, la única vez que Piero Lombardi se enamoró cuando solo tenía 20 años.

Sofía de 18 años es una chica muy sexy, de labios gruesos, de caderas pronunciadas  y con los cabellos largos ondulados de color castaño, desenfadada, pícara, alegre y ambiciosa, era pintora y se habían conocido en la zona de playa en los alrededores del puerto; fue un amor a primera vista y él locamente se enamoró, ella también le gustaba  pero no estaba enamorada a pesar que los bellos poemas de amor que le enviaba  la hacían enloquecer.

Al fin,  llegó ella con 15 minutos de retraso de la hora señalada.

- ¡Amore mío!, al fin llegaste mi dulce Sofía… comenzaba ya a desesperarme por tu tardanza. - Excúsame mi amore - le respondió ella con una sonrisa, tuve que entregar una pintura a Don Cidonio y tú sabes que necesito el dinero pues lo paso muy mal con la madona y no quiero llegar a tener que trabajar de camarera en las tabernas, ese mundo no es para mí .

 - Por supuesto que no ¡No quiero eso para ti!, no sabes cuando me gustaría ayudarte Sofía pero mi padre no gana mucho tampoco, ven  aquí y olvidemos eso ahora mi amor y sin pensarlo la besó profundamente exhalando un largo placentero beso…. ella trató de zafarse disimuladamente, ¡ Piero estate quieto que nos pueden ver y no hagas esto amorcito ¡  ¡ Ven, vamos a nuestro rincón en la caleta del puerto! …si amore mío, vamos a echar una carrera a ver quien llega de  primero.

Nada más llegar se tumbaron en la arena entre abrazos, risas y coqueteos mientras con suaves susurros de maliciosa picardía  les hacía estremecerse, mientras él deslizaba sus manos por debajo de la falda acariciándola ,besándola desde el cuello hasta sus pechos y enervando por sus deseos enloquecidos de pasión por esa mujer… ella le trasmitía las más ardientes  sensaciones  pues era de piel bravía hasta las entrañas y entre sonrisas, caricias y dulces susurros empezaron  el disfrute de sus besos para terminar disfrutando de sus cuerpos  con un glorioso éxtasis final.

- Mi Piero me tengo que ir ya, la madona se molestará si llego tarde, mañana si quieres nos volvemos a ver aquí.- ¡ Mi Dulce Sofía ¡ si aquí en nuestro nido de amor, a las 3 pm. es buena hora y tu madre no notará tu ausencia.

-Si amore mio, aquí estaré… chao amor chao, y entre besos dulces y ardientes se despidieron.

Piero quería darle una sorpresa a Sofía entregándole un bello poema de amor y prefirió salir a caminar por el puerto a despejarse.. sin querer sus pasos le llevaron a su rincón favorito, divisó a lo lejos la silueta de una pareja allí en ese mismo lugar… estaba algo oscuro y no se podía ver bien,  sin embargo por los ruidos notó que estaban haciendo el amor, se quiso acercar para curiosear y entre las rocas en silencio se acercó hasta allí….al observar sus ojos  no daban crédito lo que veía, era su Sofía con otro hombre y al acercarse un poco mas sus piernas le empezaron a temblar y su corazón a latir con más fuerza, ella gemía de placer mientras el otro la disfrutaba…¡Te amo Franco! le escucho decir mientras danzaba con fuerza y él lamia sus pechos mientras se volteaba ¡Ti amo! le decía una y otra vez y Piero enloquecido de celos tuvo el impulso de ir a agredirle pero enseguida comprendió que Sofía no era más que una zorra sin honra ni honor y salió de allí huyendo para llegar presto a su casa, entrar en su habitación y lleno de rabia dando golpes contra la pared, tumbarse en el suelo y entre lágrimas de sangre maldecir a Sofía… en ese momento se juró a si mismo vengarse de todas las mujeres fuera cual fuera la condición moral de ellas, para él todas serían ya unas crueles arpías con las que vengar su dolor.

Así el Galán napolitano comenzó sus andanzas y juergas ganándose la fama de mujeriego, no se detenía a pensar que jurando amor eterno para jamás cumplirlo destrozaría el corazón de bellas  y piadosas mujeres – Su corazón se había convertido en hielo.

@Beatriz Martín

Continuará…