CONTINUACION CAP XI… GALAN DEL VESUBIO

Mar sucumbe por la ventana ante el paisaje casi gris en esa silueta escurridiza sobre Pina, ella no daba crédito a lo que veía al observar que hasta con la portera que le lleva 15 años mas,  pudiera su Piero enredarse también con ella, sin ningún tipo de reparo.  Su corazón se encoge y un sudor en la frente producto de la ansiedad  le corroe entre la rabia y el dolor, mientras un mar de lágrimas le nublan la vista, le nublan la razón y las ganas, cansada de esperar y de aguardar se mira en el espejo se sacude y se dice ¡Cabrón!, …Su rostro lo dejó caer entre sus manos para secar sus lágrimas y levantarse, pero la tristeza la invadió así que su cuerpo se desplomó en su interior, sin deseo de moverse el hielo de su dolor la paralizó.

A la semana siguiente Piero pasa por el Bianchi desde que había besado a Pina no dejaba de pensar y darle vueltas cómo haría teniendo un marido tan  cerca para poder estar con Pina.  A Piero le excitaba el peligro estar con mujeres casadas sabía  que jugaba cartas peligrosas, pero siente delirio por ellas.

 Piero llegó con una rosa blanca como de costumbre al portal, esperó que saliera para acercarse, a riesgo que la viera Georgina o Antonella.

- Hola Bella Pina, que tal estas, vine a dejarte este soneto que anoche lo hice pensando en ti, desde que nos dimos ese beso mi corazón  no deja de latir por ti.

- ¡Mi bambino!, ¿de verdad lo escribiste para mi? mmm mi bmabino que bello está todavía no me lo puedo creer que bello, entre suspiros lo mira y reacciona

-Qué haces aquí, mi marido esta adentro puede salir en cualquier momento recuerda la advertencia que te hizo  no quiero que te pase nada,  pasa por la tarde, él  tiene que ir al norte a dejar un queso mozzarella a los Bianco., toma te dejo la llave del chalet nro 3-A, está vacío ven las 15 :oo pm. allí podremos conversar claro y no damos qué hablar, pero ahora vete por favor te puede ver.

Así que  Piero fue puntual, Pina estaba esperándolo sentada de pierna cruzada muy sugerente con una falda de pliegos roja traslucida y una camisa de bordado con un escote muy pronunciado.

- Mi dulce Pina que Bella estás, amore, Piero sin demorarse en segundos le susurra palabras al oído que encienden a cualquier mujer y Pina estaba sorprendida de lo que iba sintiendo, iba despertando en ella una pasión descontrolada su piel ya caliente se rendía y él fue dejando deslizar sus  manos debajo de su falda suavemente masajeó sus muslos y glúteos  que cada vez apretaba con fuerza, mientras, baja con sus besos húmedos por el cuello hasta llegar a sus pechos que en segundos con su tacto se convirtieron en una dureza exquisita  pidiendo a gritos ser besados y acariciados una y otra vez , ella encendida de placer no dejaba de besarlo con sus labios carnosos bajando sus manos por su cintura para quitarle la camisa y besar sus pechos y así comienza el festín de pasiones, Pina estaba enloquecida, aún no podía creerse que se pudiera sentir de esa manera y él gozando como los Dioses, se recuestan en el sofá para disfrutar del momento.

Franco por el camino recuerda que olvidó unos recibos urgentes para los Bianco, así que hace un giro en la carretera para devolverse a casa, y hablando solo decía dónde me habrá metido Pina esos recibos mira que le dije que me lo recordara, esta mujer es un trasto para algunas cosas.

Llega al Bianchi, entra en casa y no la ve, la busca por el jardín no la ve, sale a la esquina para ver si está de cotilla entre las porteras y pregunta no han visto a Pina, una de las chismosas y pendiente de todo le dice, - No Franco ella no ha salido del Bianchi, si mas bien estoy pendiente para verla, pero no la he visto.

Franco regresa al Bianchi, se encuentra con un vecino que la había visto entrar al Chalet 3- A y a Piero también, no sabe sí decirle o no, aunque en el fondo tenía ganas le indignó que la portera le pusiera cuernos al marido.

- ¡ Hola Franco que tal tu día…

- Bien , buscando a Pina, ¿Usted no la ha visto?

Continuará…

Beatriz Martín

Jurando siempre al amar

con eterno sentimiento

miento siempre y bien lo siento

sabedor que voy a olvidar

presto acabe el disfrutar.

Quizás sea una osadía

el prometer por un día

querer sin que sea verdad

con maliciosa maldad

en tan corta travesía.

Senderos he recorrido

calmando mis amarguras

disfrutando siempre a oscuras

yaciendo de nido en nido

y al amanecer me he ido

en busca de otra posada

de hermosa dueña o criada.

Si es guapa vale cualquiera

yo las quiero a mi manera

este soltera o casada.

Siempre voy de mano en mano

seduciendo a las mujeres

para gozar sus placeres.

Tienen marido o hermano

que por jurar tanto en vano

quieren vengar tal ofensa

y el legítima defensa

si se me ataca yo mato

aunque no resulte grato

mi honor me da esa dispensa.

PIERO.

(Manuel)

Excelente como siempre Beatriz, es un placer disfrutar de tus bellas letras.
Un beso ¡¡¡¡

Le regalo a Piero una poesía que seguro le va bien con sus quimeras de amor.

Chiquillos este ha sido el comentario de mi amigo Manuel jajajaja eres terrible mi poeta gracias  preciosas décimas