“Vencida ante las
dulces caricias, te vuelves deseo ardiente, bailando al son de las olas agitadas,
por el bravío movimiento de mi cuerpo dentro
del tuyo”…
UN BAÑO DE AMOR
Navegamos
dichosos,
por el placer de
las entrañas,
que con asombro
intuye,
el arroyo
encendido que fluye.
Mi juventud se
levanta,
tu piel bravía se renueva,
suavemente
penetra,
con el néctar de
tu bandera.
Mi tesoro es tu flor de primavera,
el aroma dulcemente
te envenena,
entre caricias a
media luz los dos
nos damos un baño
de amor.
©Beatriz Martín
28/09/16