Mis ojos se anclan en el mar,
aún sin saber que verso plasmar,
me va atrapando el encanto de
su alma,
enciende mi piel, tiene vida y magia.
En las olas reposan mis sueños,
bajo los grises del dormido cielo,
olas revueltas de tiempo marino,
me entra la nostalgia y suspiro.
Un silencio pesado se derrama,
la pluma queda paralizada,
el brillo del mar me ilumina,
regresa la esperanza despierta la chispa.
Atraviesa el horizonte, mi dulce deseo.
mis labios sellados regresa un te quiero,
el deseo hace de las suyas, recorre mi cuerpo,
es la pluma que baila, encendió la pasión del verso.
©Beatriz Martín
30/05/16