Después de la noche oscura que viví en mi
cruel soledad, he decidido olvidar, así
que
para recuperarme rescato
mis dulces recuerdos, que disfruté
contigo amor.
He
recibido tu carta llena de angustia y dolor por la tristeza, que te
embarga, el
llanto de
mi ausencia …
Pero
desde
mi alcoba quiero expresarte dulce
amado, que he despertado con alegría, trayendo
a mi memoria nuestros paseos por la playa, mientras versábamos
melodías de gozo y placer.
Revivo
nuevamente
la
sensación de
la espuma de mar, al
rociar
nuestros cuerpos, para estremecernos en frenesí y pasión, mi piel
se estremece mientras
te escribo,
trayendo a mi piel,
tus besos húmedos de salitre encendido, que tanto te complace hasta
dejarme tatuada.
Recuerdo
tus labios
de savia
fresca dibujando
mi
silueta dejando una mágica sensación de placer, logrando que me
vuelva a enloquecer de pasión, te escribo y me abrazo, sigo
escribiendo y humedezco mis labios.
Hoy
dulce
amado desde mi balcón vivo en
mis entrañas, los momentos mágicos cuando hacíamos el amor, entre
gozo y gozo culminábamos
en una locura de amor.
Espero
que esta noche
eterna acabe pronto y que nuestro mar se convierta en un camino seductor para volvernos a unir en cuerpo y alma.
©Beatriz
Martín
16/08/18
(reeditado)