Nuestros pies juegan
con la orilla del mar,
empeñados de encender los sentidos.
son momentos entrañables enloquecidos,
humedecen nuestro vientre clamando amar.
Llega a mi rostro tu
esencia con el viento,
se aproxima con
aromas que seducen,
llevado a mi dulce flor
hasta la cumbre,
de caricias el
estandarte viene hambriento.
Tormenta de pasión
encadenada,
humedece en el recuerdo de mi almohada,
al final del placer
eterno, me despierto.
Recordando rimas de
amor te voy gozando
en la arena de tu
piel te acaricié, te bebí,
y así exquisitos bajo el mar nos vamos amando.
©Beatriz Martín
13/01/19