FRUTAS EXQUISITAS DESDE MI BALCÓN

Al despertar entre mis sábanas blancas, sentí unos deseos enormes de comer fruta fresca y al salir a mi Balcón sentí una bocanada de aire fresco que estremeció todo mi cuerpo, es la esencia de mi dulce amado dejando sus besos húmedos que la brisa me trae.

 Mi Brillo del Mar me ayuda a vestir quiere que estrene un vestido blanco de algodón, bordado  de flores silvestres ,  es fresco, sus asillas se resbalan por mis hombros de piel bronceada , muy acertado para el lugar, el marcadillo de flores y  frutas que semanalmente se instala en la playa  cerca del Mirador del Mar.

Nos pusimos en camino dejando huellas de gozo y placer, al derramar letras con sabor a fresa y dulce miel, recordando las letras apasionadas que nuestro enamorado derramó ayer.

Llegamos al mercadillo escogimos fresas, moras y miel, empecé a degustar las fresas y jugar con ellas por el borde de mis labios recordando como jugábamos los dos con nuestros labios mojados sin descansar, deseando que nuca se acabara la fresa de la sensualidad.

Extasiada me quedé con las fresas sintiendo sensaciones ardientes de placer para volverme a enloquecer, mis labios seguían húmedos y los poros de mi  piel clamaban búscalo  para  volver amar.

Mientras regresaba con mi Brillo del Mar me decía, aquí sigo con mi soledad, pero feliz porque su amor siempre estará ahí derramando sobre mí, dulces palabras de amor y pasión, ellas generan en mi ganas de volver a creer y amar.

®Beatriz Martín

02/07/15